Desde el 2005, la Interaction Area del departamento de Astrofísica de la Universidad de Oxford es el lugar donde los nuevos doctores celebran haberse graduado. Abren una botella de champán en la sala y, donde impacta el corcho, se escriben las iniciales del titulado y la fecha en la que se consiguió el más alto grado académico que conceden las universidades. El sevillano Curro Rodríguez Montero descorchó el champán hace unas semanas y se convirtió en doctor en Astrofísica por esta prestigiosa universidad inglesa a sus 25 años.

Curro partió hacia a Edimburgo ocho años atrás para estudiar la carrera y, tras finalizarla con excelencia en tres cursos, recibió una beca para hacer el máster en Cambridge, y además, estuvo investigando durante un tiempo en La Sorbona de París. Ahora a vuelto a casa para pasar unos días con su familia y celebrar su vigésimo sexto cumpleaños antes de viajar a Chicago, su nuevo destino, donde trabajará como investigador independiente.

-¿Qué te motivó a estudiar Astrofísica y cómo descubriste tu pasión por este campo?

-No era una carrera que tenía clara y no la consideraba una carrera como tal cuando estaba en Bachillerato, pero, cuando durante ese ciclo me regalaron un libro sobre agujeros negros y el tiempo curvo de Kip Thorne, que ha sido premio Nobel de Física, me di cuenta de que lo que había querido toda mi vida hacer era eso. Ahí me planteé la idea de estudiar la carrera Astrofísica, que no existía en España. Siempre me ha fascinado esa concepción de los objetos más complejos, fundamentales y paradójicos que existen y la Astrofísica te da acceso a ese tipo de cosas y conocer un ente tan especial como son los astros del universo.

-¿Cómo fue tu infancia?

Fue de mucha curiosidad y de muchos juegos. Era muy curioso para una familia que era mucho más creativa. Combinaba un poco la idea de que la curiosidad y el conocimiento del mundo también requieren de mucha creatividad y mucha intuición, y se extraen de cosas como el arte. A veces pensamos que la creatividad no está incluida en cosas como la ciencia o la investigación. Mi infancia estaba muy repleta de esa idea de probar y descubrir. No había nada que tuviera que seguir específicamente. Jugaba en el jardín, hacía películas con mis primas y con mis amigos y nunca me pareció que había una cosa especial que tiene que hacer.

-¿Cómo fue tu etapa escolar hasta iniciar la carrera?

Estudié primero en un colegio privado en Mairena del Aljarafe, en el Centro Docente María hasta 4º de la ESO. Un profesor me recomendó que, como tenía una una variedad de intereses durante los últimos años de la ESO en los que me sentía un poco comprimido en el currículo de un programa de Bachillerato Nacional, ya que me parecía un sistema muy de memorizar y de seguir unos patrones muy claros, me recomendó la idea de cursar el Bachillerato Internacional que lo hice en el IES Martínez Montañez, al lado de Gran Plaza. Ese Bachillerato me abrió las puertas a lo que era un estudio mucho más amplio, me dio la posibilidad de probar otras cosas y de alimentar esa curiosidad hasta que me fui al Reino Unido, para estudiar la carrera en Edimburgo.

«Me sentía un poco comprimido en el currículo de un programa de Bachillerato Nacional, ya que me parecía un sistema muy de memorizar y de seguir unos patrones muy claros»

Curro rodríguez

-¿Por qué decidiste estudiar fuera de España?

-Siempre había pensado que el estudiar fuera me iba a abrir, no solamente posibilidades laborales y posibilidades de estudios diferentes a las que voy a encontrar en España, sino también la necesidad que tenía de conocer otros lugares, otras culturas, otro otros sistemas de educación y otras formas de aprender. Siempre me ha gustado mucho probar cosas diferentes y descubrir cómo podía encontrar la mejor manera de trabajar y de cómo descubrir esas cosas que me interesaban. Ya estuve fuera viviendo un poco de tiempo durante la ESO en Estados Unidos y me di cuenta que me encantaba estar en un ambiente internacional y sabía que el Reino Unido me permitía eso.

-Acabaste la carrera en Edimburgo en 3 años, después hiciste el máster en Cambridge y te acabas de doctorar en Oxford, ¿Cómo ha sido tu paso por las universidades más prestigiosas de Europa?

Graduación del Máster en la Universidad de Cambridge en 2022 / Cedida
Graduación del Máster en la Universidad de Cambridge en 2022 / Cedida

-Suena como muy rápido cuando empiezas a pensar que tengo 25 años y ya soy Doctor en Astrofísica, pero realmente son 8 años y durante ese tiempo puede pasar muchas cosas. El ritmo de Educación en Inglaterra es un poco acelerado y el máster era de un año. El proceso de pasar por universidades así es diferente. Es verdad que mi comparación se basa en lo que escucho sobre otros sitios de personas que, por ejemplo, se han quedado en España estudiando, ya que nunca lo he vivido realmente y no he estudiado ninguna formación superior aquí, entonces no tengo esa capacidad de comparación. Lo que sí es verdad es que yo he disfrutado la forma de educar en este tipo de universidades. Hay mucha diversidad de clases que puedes elegir los primeros años y puedes probar muchas asignaturas. Además tienes mucho acceso a lo que son los profesores en clases muy pequeñas. Realmente sientes que estás muy atendido y que tú, como estudiante, eres un componente fundamental de la Universidad, como tendría que ser siempre. La persona privilegiada en ese sistema no es el profesor, sino eres tú , y eso hace que también tu sensación de la Universidad sea mucho más diferente.

-¿Qué te llevó a elegir Oxford para hacer tu doctorado?

-Realmente en ese momento me encontraba en un proceso de descubrir en qué ramas de la Astrofísica quería moverme más. Sabía desde la carrera que no quería hacer nada experimental no es opcional porque ya que toqué varios instrumentos de los laboratorios en mis primeros años de carrera y descubrí que, cualquier cosa que requiriese usar las manos, no era lo mejor para mí. Tenía que hacer algo teórico. Hay cosas tóricas que son puramente matemáticas de papel y lápiz y se queda ahí y, cosas matemáticas, pero que también usaban el ordenador. Siempre he tenido un aspecto muy tecnológico y de usar nuevas herramientas de la tecnología, pues me gustaba la idea de descubrir qué cosas computacionalmente podía hacer y Oxford era un sitio magnífico para eso. Además, aparte de ser un departamento con mucha historia en Astrofísica, es una universidad increíble, por lo que decidí que era perfecto para hacer este tipo de línea de investigación.

-¿Qué destacarías de tu experiencia allí?

-Estar en una Universidad así significa estar rodeado de una idealización y un romanticismo que hemos vivido en películas y en series durante nuestras vidas. Es como cuando se va una persona por primera vez a Nueva York. Tienes una imagen de cómo es la educación en un sitio como este y, cuando lo vives, ves que esa carátula a la vez es real. En el tema de educación se basaba muchísimo en luchar por la superación personal. La educación es muy dura, pero realmente son lugares en los que te animan a superarte porque estás rodeado de las mejores personas del mundo que trabajan en diferentes cosas, por lo que la cantidad de motivación que tienes para ello es increíble. Las discusiones son profundamente enriquecedoras. Son tan importantes que todo el mundo pasa por allí y se convierte en el centro del mundo de toda la investigación en tu rama. Te sientes privilegiado y por tanto sientes una necesidad y es una motivación para avanzar muchísimo más en lo que quieres hacer.

«Estar en una Universidad así significa estar rodeado de una idealización y un romanticismo que hemos vivido en películas y en series durante nuestras vidas»

Curro Rodríguez

-¿En qué consistía tu tesis doctoral?

– Uno de los grandes problemas de la Astrofísica ahora mismo es cuando cogemos todas las herramientas de la física fundamentales y con todo eso podemos predecir cómo se formó una galaxia desde el principio de universo. Llevamos básicamente casi 40 años intentando investigar cómo se produce eso y creando nuestros propios mini universos en ordenadores simulando cómo sería formar el universo con esas leyes de la física. Sin embargo, cuando comprobamos el telescopio James Webb Space Telescope, que puede mirar lo que es el principio del universo, vemos que las galaxias no tienen ningún sentido. Tienen una cantidad de enriquecimiento de metales y de estrellas y formación de planetas que no podemos comprender. El universo es demasiado joven para que las galaxias se vean tan viejas, entonces estamos llegando a un punto en el que vemos que a lo mejor las leyes que conocemos se rompen en ese principio universo, después del Big Bang. Entonces mi tesis busca encontrar cuáles son las herramientas de la física que tenemos que añadir y que modificar para comprender cómo se formaron las primeras galaxias del universo.

Curro Rodríguez después de doctorarse en Astrofísica en la Universidad de Oxford / CedidaCurro Rodríguez después de doctorarse en Astrofísica en la Universidad de Oxford / Cedida
Curro Rodríguez después de doctorarse en Astrofísica en la Universidad de Oxford / Cedida

-¿En qué consiste tu trabajo actualmente?

-Ahora que he acabado (el doctorado) me muevo en una posición de investigador independiente en la Universidad de Chicago en el Instituto Kavli para Física Cosmológica. Voy a seguir con esta manera de trabajar probando muchas cosas, pero lo que quiero comprender es cómo se formaron las primeras moléculas orgánicas en el universo. Siempre se dice que somos polvos de estrellas y, aunque parezca de una película de romance, es un término real. Todos los elementos más pesados que el hidrógeno o el helio se producen en la fusión de una estrella. Para que las estrellas liberen esos elementos tienen que vivir su vida y luego tienen que morir, entonces tienes que esperar tiempo. Pero nunca hemos sabido muy bien cuando fue la primera vez que se producen esos elementos que dieron lugar a moléculas orgánicas básicas, ni comprendemos realmente cuándo fue el primer momento que se podía producir la vida. El trabajo que quiero continuar es comprender cómo esas primeras galaxias dan lugar a las primeras moléculas orgánicas y cuando se pudo producir la primera forma de vida en el universo.

-¿Qué es lo que más disfrutas de dar charlas y divulgar ciencia?

-He tenido la suerte de encontrar un trabajo que es mi pasión. Es una cosa que vivo con muchísimo disfrute y que además rige como yo veo el mundo y universo y muchas cosas de la vida. A mí me encanta poder compartir eso con otras personas aunque sea durante una charla de 40 a 50 minutos. Es increíble cuando esa fascinación que siento cada día que trabajo la veo en las caras de los niños de ocho años que descubren cómo se convierten en un espagueti cuando se acercan a un agujero negro. Creo que no solamente les fascina esa parte exótica del universo, sino también creo que es muy importante la sensación de humildad que nos da la Astrofísica y cómo nos posiciona como humanos que viven 100 años, como mucho, en una mota de polvo dentro de un sistema solar de miles de millones que hay en el universo. Crear esa sensación en las personas me parece una de las labores más importantes que puedo tener en mi trabajo y en mi carrera profesional.

Charla de Curro Rodríguez en la National Astronomical Meeting en Coventry, Reino Unido / CedidaCharla de Curro Rodríguez en la National Astronomical Meeting en Coventry, Reino Unido / Cedida
Charla de Curro Rodríguez en la National Astronomical Meeting en Coventry, Reino Unido / Cedida

-¿Has pensado en la posibilidad de trabajar o investigar en Sevilla en el futuro?

-Sí, me gustaría. Después de tantos años, da igual el tiempo que pase y las cosas que descubra y lo mucho que viaje. Yo soy muy Sevilla y soy muy sevillano y me gusta mucho vivir en casa, lo que pasa que el mundo de la investigación en España es mucho más limitado y ahora mismo me encuentro en un proceso de mi carrera en el que estoy creciendo, estoy descubriendo y las puertas se me abren por todos lados. Realmente volver a España sería estancarme. Quiero tener suficiente libertad por la posición que ha alcanzado en mi carrera, como para poder continuar decidiendo, en qué investigo y cómo trabajo y no recortarme en como manejo yo las cosas, que creo que pasaría cuando volviese a España. Me ofrecieron una posición en Barcelona hace unos meses y la rechacé porque, aunque podía volver un poco más cerca de casa y el estilo de vida que me gusta, me encontraba un poco con el terror de que voy a poder hacer, si voy a tener investigadores conmigo, cómo voy a poder viajar, si podré tener dinero para tener más ordenadores o si voy a tener dinero para contratar estudiantes. Ese terror todavía lo tengo muy cerca porque no tengo suficiente experiencia ni posición de carrera como para poder pedir cosas más grandes. Pero sí, me gustaría volver algún día, por supuesto.

-¿Qué opinas sobre las becas y el apoyo económico a la investigación?

-Creo que a cualquier persona en el mundo de investigación que le preguntes te va a decir que está muy corto. Cuando tuvimos la crisis de 2008, la gente en lo que menos gastaba era en arte y después se cortó la financiación de investigación. Son cosas que cortamos muy rápido, porque siempre las consideramos secundarias. Investigaciones fundamentales como por ejemplo, cómo funciona un agujero negro, tienen muy poco atractivo para lo que es el público, entonces, siempre es lo último que se vuelve a recuperar en procesos de dificultades como lo que hemos pasado, como pasó después de la pandemia. Entonces creo que España se está quedando muy atrás con respecto a otros países. Seguimos teniendo una necesidad muy gorda de unir todo lo que es el tema de universidad «muy a la antigua». Todavía no sabemos muy bien separar lo que son los centros de investigación y lo que son las plazas de investigador de lo que es la plaza de profesorado. Por eso considero que a España le queda mucho por recuperarse y ponerse al nivel de otros países de Europa y del mundo, lo que hace que también todavía tenga mucho miedo de volver a casa.

-¿Cómo ha sido tu experiencia personal en este sentido?

-Lo gracioso de estas cosas es que, por ejemplo, hay becas de España para estudios en el extranjero, como puede ser un master, que no te permiten coger si has estudiado la carrera en el extranjero, y no hay posibilidades de otro tipo de becas para las personas que han cursado la carrera fuera. La cantidad de condiciones y requerimientos que tienen muchas becas de España hacen que realmente sea que muy poco probable de que tengas algo disponible para ti, entonces estás limitado. Me parece realmente ridículo el hecho de que yo lleve ocho años fuera, he conseguido las cosas he conseguido y he estado en las posiciones en las que he estado y nunca he recibido una ayuda de ningún centro de investigación ni de ninguna institución gubernamental para mis estudios y para mi investigación. Es otra de las razones por las cuales yo tengo ese descontento con España. Me siento muchísimo más valorado en un lugar como Chicago que en mi propio hogar.

«Me parece realmente ridículo el hecho de que yo lleve ocho años fuera, he conseguido las cosas he conseguido y he estado en las posiciones en las que he estado y nunca he recibido una ayuda de ninguna institución gubernamental»

Curro rodríguez

-Cuando estás de vacaciones, ¿logras desconectar del trabajo o sigues pensando en posibles investigaciones?

-Es muy difícil dejar de pensar en las cosas que pienso porque mi trabajo es una parte de mí y de cómo veo el mundo. Es verdad cuando estoy de vacaciones y no tengo el ordenador delante, mis ideas de investigación se abren mucho más de lo que son las fronteras de la Astrofísica y pienso en muchas cosas que me interesan. Estoy continuamente pensando en cosas porque tengo cuestiones y dudas en mi cabeza sobre cosas que he hecho y cosas que quiero hacer en el futuro. El descanso me da a veces una perspectiva sobre mi trabajo que no puedo conseguir nunca cuando estoy en el ambiente laboral. Es imposible desconectar completamente porque creo que es una parte de mí.

-¿Te gustaría alguna vez viajar al espacio?

-Sí, me gustaría. Esa fascinación por el espacio siempre me lleva a querer ir más lejos. Es también terrorífico, pero creo que existen pocas visiones tan increíblemente únicas como el hecho de ver la Tierra desde el espacio y contemplar lo que es esta burbuja tan perfecta, con lo que lo inerte y lo imposible de la inmensidad del universo. Viajar al espacio te brinda unas posibilidades que nos va a seguir abriendo la mente con respecto a cómo debemos tratar nuestro planeta y cómo debemos tratar a la humanidad.

-¿Qué consejo le darías a los jóvenes que quieren dedicarse a la Astrofísica o a la ciencia en general?

-Siempre se recuerda mucho eso de cómo tienes que trabajar tu asignaturas para que no tengas problemas después para ir a la universidad que quieras, porque vimos un mundo en una en un sistema educativo que lo hace necesario. Considero que hay cosas mucho más importantes. No debes dejar nunca, a ninguna edad, ni siquiera a la mía, que tengo un trabajo en que pienso que esto es lo mío, dejar que una cosa te defina en la vida. Hay que probar y que descubrir y el cerebro hay que tenerlo lo más plástico posible, ya que nunca sabes como una forma de pensar o una forma de trabajar en algo, te va a cambiar la forma de trabajar. Una de las cosas que más valor me ha dado es la diversidad de cosas que he tenido en mi vida, en mi casa o en mi educación. Nunca dejes que algo te defina como lo fundamental que eres tú y es muy importante probar muchas cosas.



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