El okupa de Sevilla que realquila el piso de su víctima a turistas ya ha cubierto el puente de mayo

El okupa de Sevilla que realquila el piso de su víctima a turistas ya ha cubierto el puente de mayo


Richard, el okupa de Sevilla que realquila el piso de su víctima a turistas, ya tiene cubierto el alquiler del próximo puente de mayo a 135 euros el día. Entre tanto, su víctima, una mujer enferma de Parkinson, sigue esperando que la justicia desahucie al presunto delincuente. Es la segunda vivienda que el hombre se apropia en el mismo edificio.

«Catedral de Sevilla, ideal ubicación pleno centro, un dormitorio y el baño compartido», así publicita el okupa el piso de otra persona en la plataforma Airbnb.

«Saludos pueden hospedarse 1,2,3, huéspedes dependiendo el número que sea su propia reserva no son compartidas con otros huésped el gasto es adicional a partir de 1 huésped pueden hospedarse de 1 a 3 huéspedes dependiendo de su reserva», esto es lo que cada día puede leer en internet la legítima dueña del piso, mientras el okupa de Sevilla saca una buena cantidad de dinero realquilando las habitaciones del piso de su víctima.

Laura y su hermano Ricardo, las víctimas del okupa y propietarios legítimos del piso, calculan que el presunto delincuente se mete en el bolsillo cerca de 2.000 euros mensuales alquilando la vivienda que no es suya.

Reseñas de usuarios

En el colmo de la indecencia, el okupa Richard incluso disfruta de buenas reseñas de los inquilinos que le han pagado por alquilar las habitaciones de un piso que no es el suyo. «Francis es un anfitrión muy amable que se preocupa de que te sientas como en casa. La ubicación de la casa es muy buena», escribe un tal Máximo.

El okupa lleva meses realquilando la habitación principal de la vivienda. Incluso le ha puesto un candado al dormitorio. Los propietarios cuentan que a veces alquila su piso completo a los turistas por una buena cantidad. Entonces, el okupa debe salir de la casa pero continúa controlándola porque se instala un colchón en la azotea del edificio para dormir y no perder el chollo que la justicia le permite explotar descaradamente.

Le borran los anuncios y pone otros

En total, el okupa tiene tres anuncios en la plataforma turística de alquileres. Todos con el mismo piso, pero con diferentes nombres. Los propietarios explican en el programa Mañaneros de TVE que cuando los le insisten a la plataforma en que se trata de un piso okupado, ésta termina borrando el anuncio del okupa y el delincuente vuelve a insertar un nuevo anuncio. Al principio lo hacía con su nombre de pila, ahora con el pseudónimo de Richard.

Este okupa de Sevilla lleva más de un año aprovechándose de sus víctimas. En noviembre de 2022 le desahuciaron de otro piso del mismo edificio en la calle Monsalves. Ese mismo día, aprovechando que sus propietarios faltaron tres días, okupó otra vivienda del mismo bloque.

Era el piso de Laura, una mujer gaditana que había heredado el piso de sus padres y lo utilizaba como segunda vivienda cada vez que tenía que acudir al hospital de Sevilla para tratarse de la enfermedad de Parkinson que padece. Su hermano, también heredero del piso, hacía uso de la casa como inquilino habitual.

Detenida por echar al okupa

Laura y su hermano llamaron de inmediato a la Policía Nacional para denunciar el allanamiento de su segunda vivienda, tal y como establece la ley que insiste en que el okupa debe ser desalojado. «Ahí es cuando él presenta un contrato de alquiler falso a los agentes», refiere Laura. Ante ese contrato, los agentes se echaron atrás y decidieron que resolvieran los tribunales.

La Policía no echó al okupa. Los agentes sí detuvieron al hermano de Laura al día siguiente, cuando aprovechó para entrar en su piso, con su llave, porque parecía que el usurpador se había ido. Iban a detener a Laura, pero su hermano se ofreció a que le detuvieran a cambio de dejar libre a su hermana enferma.

Desde entonces no sólo tienen que soportar que el okupa les haya dejado sin vivienda, también comprueban con indignación que el okupa se está lucrando realquilando las habitaciones de un piso que no es suyo.

Un año y medio esperando justicia

Laura y su hermano llevan mas de un año esperando justicia con el okupa de Sevilla. En febrero de  2024 el juzgado les dio a elegir entre celebrar juicio o emitir la sentencia ya con los datos de la investigación finalizada. Decidieron renunciar al juicio para acortar los tiempos de una vez por todas.

El abogado de Laura, Manuel Huertas, acusa al okupa de Sevilla de un delito de allanamiento de morada, ya que la ley considera morada la segunda vivienda de cualquier propietario.

El letrado, también le acusa de un delito de falsedad en documento privado, por el falso contrato de alquiler que el okupa ha entregado como prueba de que vive en el piso de Laura tras echarle por impago del piso de en frente. Por último, le acusa de un delito de estafa procesal por intentar engañar a la titular del Juzgado de Instrucción 3 de Sevilla. Por todo, piden cuatro años y 5 meses de prisión para el okupa.

Sin embargo, ya han pasado dos meses más sin que el juzgado emita sentencia, mientras el okupa sigue alquilando la vivienda. Incluso ya tiene completo el alquiler del próximo puente de mayo.



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300.000 € en 34 cheques a un edil del PSOE y un fugado al Caribe

300.000 € en 34 cheques a un edil del PSOE y un fugado al Caribe


La Audiencia de Sevilla ha iniciado este miércoles el juicio por el desfalco millonario en la junta de compensación del Sector F de Almensilla (Sevilla), causa en la que figuran como acusados el ex tesorero de la entidad Julio Mateos Palacios, que se fugó al Caribe con el dinero que se llevó de sus administrados, unos 2,5 millones de euros, y el socialista Ismael Perea, ex concejal en el municipio y ex presidente de la junta de compensación. También desfilarán por los banquillos Juan Carlos Navarro, apoderado de un bufete de abogados, y Manuel López Sequeral, gerente de una empresa proveedora de la entidad.

Julio Mateos, principal acusado, ha reconocido ante la Sección Tercera de la Audiencia que se apropió de dinero de los vecinos para su «lucro personal». «Lamento haberlos jodido (al Sector F y a los parcelistas)», ha declarado, implicando en los hechos al abogado y al ex edil socialista, que luego pasó a ocupar un alto cargo en la Junta de Andalucía de Susana Díaz como director general del consorcio que gestionaba la red Guadalinfo.

«Lo que tenía lo he perdido. Evidentemente, es culpa mía», ha afirmado ante las preguntas de la fiscal, reconociendo directamente los hechos que le atribuye el Ministerio Público e invitando a los otros dos acusados, Ismael Perea y Juan Carlos Navarro, a que también admitan el saqueo y compensen en lo que «puedan» el agujero económico que dejaron entre el colectivo de parcelistas hace más de una década.

Cabe recordar que a mediados de 2015, Julio Mateos confesó en un correo electrónico que se había apropiado de dinero de la cuenta de la junta de compensación, aprovisionada con aportaciones de los parcelistas para acometer la urbanización del Sector F y la dotación de servicios básicos en la zona. Las obras, por cierto, siguen aún muy lejos de estar completadas. Tras su confesión, Julio Mateos huyó a la República Dominicana hasta que finalmente fue localizado por la Policía. Fue detenido en el aeropuerto de Barajas y encarcelado en agosto de 2016.

Según la Policía Nacional, Julio Mateos, «prevaliéndose de su posición (tesorero de la junta de compensación), se fue apropiando de cuantiosas sumas de dinero» desde el año 2006. Los investigadores calculaban inicialmente que el desfalco total podría ascender a 3.706.718 euros y el número de afectados, en alusión al colectivo de parcelistas, «rondaría las 600 familias».

Atendiendo al informe que la UDEF entregó al Juzgado nº 1 de Coria del Río, el ex concejal socialista Ismael Perea cobró 34 cheques al portador entre febrero de 2009 y junio de 2012 por un valor total de 301.695 euros, llegando a cobrar hasta tres cheques distintos en un mismo mes.

Protesta de los parcelistas del Sector F de Almensilla. (Foto: EP)

El auto de procedimiento abreviado del juzgado detallaba que durante aquellos años, Julio Mateos se aprovechó de la confianza depositada en él por los parcelistas y su capacidad para intervenir en las cuentas, «y guiado con el ánimo de enriquecerse, se apropió o desvió cuantiosas sumas de dinero mediante cheques con cargo a la cuenta de la junta de compensación, incorporándolo a su propio patrimonio».

Según el auto, Mateos se habría hecho con 1,63 millones de euros a través de la entidad Asema, una asesoría económica de la que era apoderado, «y en su propio nombre percibió cheques por importe de 282.102 euros, siendo consciente de que no realizaba ningún trabajo remunerado para la junta de compensación», que afrontaba el citado proyecto de instalación de dotaciones básicas en el entorno de parcelas del Sector F.

Perea, con deudas y el sueldo embargado

Julio Mateos ha admitido en la vista de este miércoles que en connivencia con los dos restantes acusados, Ismael Perea -entonces presidente de la junta de compensación- y Juan Carlos Navarro -apoderado de la empresa Torrens Abogados SLP, bufete encargado del asesoramiento jurídico de la junta de compensación-, fue extrayendo todas estas cantidades para el «lucro personal» de todos ellos.

Y es que según ha reconocido, su empresa Asema no prestó «ningún servicio» a la junta de compensación pese a los fondos que retiró de la misma para entregárselos a esta sociedad empresarial que él controlaba, haciendo referencia también a otras extracciones mediante cheques al portador que no respondían a gastos reales, con la excepción de algunos casos de «pequeñas cantidades» destinadas a proveedores de la junta.

Los cheques formalizados en favor de la empresa Torrens Abogados, según ha indicado, tampoco respondían a «servicios» prestados por la entidad, pues a Juan Carlos Navarro se le pagaba por otra vía paralela «mediante cheques nominativos».

Julio Mateos ha asegurado que los dos restantes acusados eran plenamente conscientes de la trama y participaban de la misma, explicando que por aquel entonces Ismael Perea «tenía el sueldo embargado» y afrontaba «deudas» pendientes, así que usó el dinero obtenido de la junta de compensación para encauzar su situación económica y formalizar una hipoteca.

Peticiones de cárcel de la Fiscalía

La Fiscalía fijó finalmente en unos 2,5 millones de euros el importe del presunto desfalco, solicitando en su escrito de acusación para Julio Mateos una pena de seis años de prisión y una multa de doce meses con cuota diaria de 20 euros -con responsabilidad civil subsidiaria en caso de impago- por un delito continuado de apropiación indebida.

Para Ismael Perea, el Ministerio Público pide una pena de cuatro años y medio de cárcel y una multa de diez meses con cuota diaria de 20 euros por otro delito continuado de apropiación indebida.

Igualmente, la Fiscalía acusa a Juan Carlos Navarro de un presunto delito continuado de apropiación indebida, solicitando para él una pena de prisión de un año menos un día y una multa de cinco meses con cuota diaria de 20 euros.

La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla tiene fijada la celebración de este juicio los días 24, 29 y 30 de abril y los días 6, 7, 8, 13, 14, 15 y 20 de mayo.



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El okupa de Sevilla que realquila el piso de su víctima a turistas ya ha cubierto el puente de mayo

El okupa de Sevilla que realquila el piso de su víctima a turistas ya ha cubierto el puente de mayo


Richard, el okupa de Sevilla que realquila el piso de su víctima a turistas, ya tiene cubierto el alquiler del próximo puente de mayo a 135 euros el día. Entre tanto, su víctima, una mujer enferma de Parkinson, sigue esperando que la justicia desahucie al presunto delincuente. Es la segunda vivienda que el hombre se apropia en el mismo edificio.

«Catedral de Sevilla, ideal ubicación pleno centro, un dormitorio y el baño compartido», así publicita el okupa el piso de otra persona en la plataforma Airbnb.

«Saludos pueden hospedarse 1,2,3, huéspedes dependiendo el número que sea su propia reserva no son compartidas con otros huésped el gasto es adicional a partir de 1 huésped pueden hospedarse de 1 a 3 huéspedes dependiendo de su reserva», esto es lo que cada día puede leer en internet la legítima dueña del piso, mientras el okupa de Sevilla saca una buena cantidad de dinero realquilando las habitaciones del piso de su víctima.

Laura y su hermano Ricardo, las víctimas del okupa y propietarios legítimos del piso, calculan que el presunto delincuente se mete en el bolsillo cerca de 2.000 euros mensuales alquilando la vivienda que no es suya.

Reseñas de usuarios

En el colmo de la indecencia, el okupa «Richard» incluso disfruta de buenas reseñas de los inquilinos que le han pagado por alquilar las habitaciones de un piso que no es el suyo. «Francis es un anfitrión muy amable que se preocupa de que te sientas como en casa. La ubicación de la casa es muy buena», escribe un tal Máximo.

El okupa lleva meses realquilando la habitación principal de la vivienda. Incluso le ha puesto un candado al dormitorio. Los propietarios cuentan que a veces alquila su piso completo a los turistas por una buena cantidad. Entonces, el okupa debe salir de la casa pero continúa controlándola porque se instala un colchón en la azotea del edificio para dormir y no perder el chollo que la justicia le permite explotar descaradamente.

Le borran los anuncios y pone otros

En total, el okupa tiene tres anuncios en la plataforma turística de alquileres. Todos con el mismo piso, pero con diferentes nombres. Los propietarios explican en el programa Mañaneros de TVE que cuando los le insisten a la plataforma en que se trata de un piso okupado, ésta termina borrando el anuncio del okupa y el delincuente vuelve a insertar un nuevo anuncio. Al principio lo hacía con su nombre de pila, ahora con el pseudónimo de «Richard».

Este okupa de Sevilla lleva más de un año aprovechándose de sus víctimas. En noviembre de 2022 le desahuciaron de otro piso del mismo edificio en la calle Monsalves. Ese mismo día, aprovechando que sus propietarios faltaron tres días, okupó otra vivienda del mismo bloque.

Era el piso de Laura, una mujer gaditana que había heredado el piso de sus padres y lo utilizaba como segunda vivienda cada vez que tenía que acudir al hospital de Sevilla para tratarse de la enfermedad de Parkinson que padece. Su hermano, también heredero del piso, hacía uso de la casa como inquilino habitual.

Detenida por echar al okupa

Laura y su hermano llamaron de inmediato a la Policía Nacional para denunciar el allanamiento de su segunda vivienda, tal y como establece la ley que insiste en que el okupa debe ser desalojado. «Ahí es cuando él presenta un contrato de alquiler falso a los agentes», refiere Laura. Ante ese contrato, los agentes se echaron atrás y decidieron que resolvieran los tribunales.

La Policía no echó al okupa. Los agentes sí detuvieron al hermano de Laura al día siguiente, cuando aprovechó para entrar en su piso, con su llave, porque parecía que el usurpador se había ido. Iban a detener a Laura, pero su hermano se ofreció a que le detuvieran a cambio de dejar libre a su hermana enferma.

Desde entonces no sólo tienen que soportar que el okupa les haya dejado sin vivienda, también comprueban con indignación que el okupa se está lucrando realquilando las habitaciones de un piso que no es suyo.

Un año y medio esperando justicia

Laura y su hermano llevan mas de un año esperando justicia con el okupa de Sevilla. En febrero de  2024 el juzgado les dio a elegir entre celebrar juicio o emitir la sentencia ya con los datos de la investigación finalizada. Decidieron renunciar al juicio para acortar los tiempos de una vez por todas.

El abogado de Laura, Manuel Huertas, acusa al okupa de Sevilla de un delito de allanamiento de morada, ya que la ley considera morada la segunda vivienda de cualquier propietario.

El letrado, también le acusa de un delito de falsedad en documento privado, por el falso contrato de alquiler que el okupa ha entregado como prueba de que vive en el piso de Laura tras echarle por impago del piso de enfrente. Por último, le acusa de un delito de estafa procesal por intentar engañar a la titular del Juzgado de Instrucción 3 de Sevilla. Por todo, piden cuatro años y 5 meses de prisión para el okupa.

Sin embargo, ya han pasado dos meses más sin que el juzgado emita sentencia, mientras el okupa sigue alquilando la vivienda. Incluso ya tiene completo el alquiler del próximo puente de mayo.



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Okupa la casa de una enferma de Parkinson y la alquila en la Feria de Sevilla

Okupa la casa de una enferma de Parkinson y la alquila en la Feria de Sevilla


Es la propia Laura la que nos cuenta esta pesadilla que comenzó hace ya un año y seis meses. «En el 2022, este señor estaba viviendo en el piso de enfrente al de mi hermano y mío. Tenía una orden de desahucio porque llevaba varios años sin pagar. Entonces él, con un contrato falso de alquiler se mete en mi casa. Entonces mi hermano, no sabemos si se metió con una llave falsa, llamó a la Policía Nacional y es cuando él presenta el contrato de alquiler falso a los agentes», nos refiere Laura, que no pierde la esperanza a pesar de todo.

«Al día siguiente, mi hermano le vio abandonando la casa con sus pertenencias y usamos nuestra llave y pudimos entrar de nuevo en la casa y vimos que no había ya nada de este señor. Pero al día siguiente volvió el hombre acompañado de cuatro policías nacionales diciendo que él vivía allí de alquiler. Después de más de dos horas hablando con la Policía enseñándole las escrituras y diciendo que el contrato es falso porque vivía enfrente, la Policía no nos hace caso y nos indica que le devolvamos la llave y que eso lo tiene que resolver un juez».

Detenida por intentar echar al okupa

Indignados, los dos hermanos se niegan a abandonar su casa mientras el okupa les toma el pelo y gana tiempo frente a la Policía. El delincuente sabe que gracias a la ley él puede quedarse con la casa de momento.

Laura recuerda la tensa situación: «Yo no quiero irme, yo digo que no me voy y entonces me dice la Policía que tiene que llevarme detenida por desacato y al final mi hermano se ofrece a ir él y al final el que se va detenido es mi hermano y este hombre (el okupa) se queda en la casa».

El okupa alquila el piso a turistas

En una vuelta de tuerca a este delirio en el que las víctimas se convierten en delincuentes y los delincuentes en víctimas, Laura ha descubierto que el okupa de Sevilla está alquilando el piso a los turistas que vienen a pasar unos días a la Feria.

Así lo cuenta la víctima: «Ahora resulta que ha empezado a alquilarlo por una plataforma y los vecinos me avisan que lo tenía alquilado para toda la Feria de Sevilla. Además, también me advierten que está alquilando la plaza de garaje, así que tuve que ponerle un cepo».

Laura le llama a las cosas por su nombre: «Bueno, este señor tiene varios anuncios puestos en la plataforma, todos ellos anunciando mi piso. O sea que no sólo está ocupando mi piso sino que además se está lucrando. Además, por lo que veo en las fotos me faltan muebles y no sé si los habrá vendido o qué es lo que habrá hecho».

Un año y medio esperando justicia

Laura y su hermano llevan mas de un año esperando justicia con el okupa de Sevilla: «Esto va muy lento, porque empezó hace año y medio y la justicia va muy lenta. En febrero de éste año, nos llega una notificación para ver si queremos celebrar el juicio o emitir la sentencia porque la juez tiene las pruebas suficientes para emitir la sentencia. El abogado me aconseja que renunciemos al juicio para acortar los tiempos porque estamos desesperados».

«Ahora resulta que han pasado dos meses sin que haya sentencia y en total ha pasado un año y medio, esperando que desalojen a este señor cuanto antes», explica Laura durante la entrevista, disimulando la enfermedad que padece.

Laura, quizá por los reveses que le está dando la vida, se toma el caso del okupa caradura con filosofía y no pierde ni su educación, ni su sonrisa. Su abogado Manuel Huertas, con despacho en Málaga, es más beligerante.

El abogado de Laura acusa al okupa de Sevilla de un delito de allanamiento de morada, ya que la ley considera morada la segunda vivienda de cualquier propietario.

El letrado, también le acusa de un delito de falsedad en documento privado, por el falso contrato de alquiler que el okupa ha entregado como prueba de que vive en el piso de Laura tras echarle por impago del piso de enfrente. Por último, le acusa de un delito de estafa procesal por intentar engañar a la titular del Juzgado de Instrucción 3 de Sevilla. Por todo, piden cuatro años y 5 meses de prisión para el okupa.

Entre tanto, el presunto okupa, antes okupa del vecino de Laura, ni se llama Richard como figura en la plataforma vacacional de internet, ni piensa dejar de alquilar el piso de Laura lucrándose con el beneficio. Todo, mientras ya han pasado dos meses desde la petición de una sentencia y un año y medio desde que se quedó la vivienda de Laura.



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Localizada la joven de 20 años que desapareció en Sevilla cuando volvía de la Feria de Abril

Localizada la joven de 20 años que desapareció en Sevilla cuando volvía de la Feria de Abril


La Policía Nacional está investigando la posible desaparición de una joven de unos 20 años llamada Loreto cuyo rastro se perdió la madrugada de este jueves en Sevilla. La chica fue vista por última vez cuando volvía de la Feria de Abril, en la avenida Cardenal Bueno Monreal, vestida de flamenca.

La denuncia, según han confirmado las autoridades, se ha formalizado durante la mañana de este jueves y la Policía está pendiente de cosechar más información sobre el asunto.

La plataforma Cuerpos Institucionales y Ciudadanos Unidos (CIU) ha difundido la noticia y una imagen de la joven, recalcando que llevaba el mismo traje rosa de flamenca que se observa en la foto. De momento no ha trascendido ningún dato más. El citado colectivo considera que es una desaparición de alto riesgo.

Loreto, desaparecida este jueves en Sevilla (CIU).

Afortunadamente, Loreto ha sido localizada en la tarde de este jueves, poco después de la redacción de este artículo. La alerta difundida en redes sociales ya ha sido retirada.

Dos fallecidas en accidente de tráfico

En la crónica de sucesos hay que lamentar la muerte de dos jóvenes de 20 y 21 años en un accidente de tráfico registrado este jueves en la A-92, a la altura de Moraleda de Zafayona (Granada), en el que también han resultado heridas dos mujeres de 23 y 31 años.

El 112 recibía una llamada a las 9:40 horas alertando del siniestro, que ha tenido lugar en el kilómetro 208 de la citada vía, en sentido Málaga.

Según los testigos, el turismo en el que viajaban las chicas chocó contra un microbús que se encontraba parado en el arcén, quedando atrapadas varias personas. Los Bomberos rescatar dos cuerpos sin vida del coche, mientras que las dos jóvenes heridas han sido trasladadas al hospital y permanecen pendientes de evolución, según fuentes sanitarias. La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer las causas del siniestro.

Autovía A-92.

En otro orden de cosas, un cadáver ha sido hallado este jueves flotando frente a la playa de Aguamarga, en Níjar (Almería). Un hombre que se encontraba practicando buceo a unos 15 metros de la orilla se ha topado con el cuerpo y ha alertado de los hechos al 112, que ha movilizado a la Policía Local, Cruz Roja, efectivos sanitarios, Salvamento Marítimo y Guardia Civil, cuyos agentes han sacado el cadáver del agua. Por el momento no han trascendido datos sobre la identidad del cadáver y el protocolo judicial ha quedado activado.



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La sal de la sangre andaluza

La sal de la sangre andaluza


Un año más, desde este bendito periódico -uno de los más sólidos y consultados de la prensa patria- elevo mi voz para recrear aquella feria de ganado, el festejo abrileño de mi tierra. He escogido piezas clásicas y, evidentemente, todas llevan una segunda intención, retintín, guasa y la sabiduría de ese divino maestro que se llama pueblo. Estos tercios de tiempos anteriores pueden pecar por la mojigata mentalidad que desvelan; pero la gracia y la frescura permanecen, aún nos divierten y nos hacen pensar.

Las rubias valen un duro
y las morenitas dos.
Yo me voy por lo barato
rubia de mi corazón.

Entre ir a Ginebra a ver deslizarse a los cisnes por el lago y venir a Sevilla a ver cómo su gente reza cantando hay mucha distancia. Para entender en qué se basa la diferencia, valdría con explicar qué es «lo flamenco». Simplificando mucho, diré que es flamenco todo lo que arranca un «¡Olé!». La proeza de un camarero que tropieza y está a punto de tirar la bandeja, pero evita milagrosamente el ridículo, recuperando el equilibrio y dirigiéndose hacia los consumidores, que entonan ese breve himno del flamenquismo. El camarero saluda. Dos orejas por la hazaña. Camina con la tripa hacia dentro y los hombros hacia atrás, hacia la barrera. Eso no sucede en Pamplona ni en Santander ni en Bilbao. En París dirían: «Ay, a punto ha estado» y el dueño miraría con severidad al pobre torpe, que balbucearía un perdón. En Andalucía, se convierte en una pequeña tragicomedia, de la que sale un héroe vencedor. Podría ser hasta una moral.

Corre por estas tierras mucha sangre gitana; por eso, cuando aquí se besa, los labios están deliciosamente salados. Ese es el gusto embriagador del duende flamenco, que se mezcla con el dulzor de la pereza, por esa consciencia de proceder directamente de Adán y de su primera mujer. Existe la creencia de no estar contaminados por el pecado original, por eso esta tierra no se identifica con ese «y ganarás el pan con el sudor de tu frente». Inunda el ambiente un ensueño lánguido y una fantasía vibrante de nervios, como una flor que se abre de un empujón. En la época de nuestros abuelos, cuando la familia decidía la elección del animal de lidia, se oían cosas así: «Esa muchacha, hijo mío, es la que necesitas: toreable desde todos los puntos de vista». De ahí que luego se realizaran quites con amantes: «¡Qué hombre tan feliz soy! Gracias a mi afición entiendo todo».

Al cabo de tanto tiempo
te voy a decir la verdad
yo no te quiero pá ná
lo nuestro fue un pasatiempo
con toas me pasa igual.

Si dijera ahora que voy a ir finalizando, porque se me está acabando el espacio, sería también un giro de flamenquismo puro, lleno de picardía y travesura. Los diarios digitales no tienen límites de espacio en sus artículos. Quiero decir que podría seguir contándoles chispeantes historias, haciéndoles disfrutar de forma escandalosa; pero no lo voy a hacer porque tengo mis vestidos de gitana colgados como racimos esperándome, me está subiendo la fiebre, voy ahuecando el vientre, me castañean los dedos. Déjenme ir ya, no me retengan más. La semana que viene estaré más concentrada. Ahora, con su santo permiso, me voy a casar con un enano pá jartarme de reír, olé ahí ese tío que va ahí.



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