El presidente andaluz, Juanma Moreno, ha cerrado el año 2023 desde Doñana, el escenario del primer gran acuerdo entre el Gobierno de España y la Junta de Andalucía en una legislatura especialmente crispada y tensa. Su tradicional mensaje de fin de año se ha convertido en una llamada al «diálogo, a la búsqueda de puntos de encuentro y a poner fin al ruido, al escándalo y el insulto». Es el espacio propio que quiere definir el Gobierno autonómico y que ha denominado como «vía andaluza», desmarcándose en el tono y las formas de la línea definida por otros gobiernos regionales e incluso de la propia dirección del PP. «Tenemos que hacer un esfuerzo por entendernos, por encima de siglas políticas. Andalucía es lo primero y Doñana es el ejemplo», apuntó.

En su discurso centrado inicialmente en Doñana y en la sostenibilidad, Juanma Moreno defendió, aunque sin mencionarla, la tramitación de la polémica ley de regadíos, que durante meses situó al parque en el centro de un agrio debate que ha tenido entre otras consecuencias la salida del Parque Natural de la prestigiosa lista verde internacional. Ha sido la cruz del año 2023 en Doñana que ha tenido sin embargo en el otro lado de la moneda la cara que ha supuesto tanto el acuerdo con el Ministerio como la operación de compra de la finca Veta La Palma para la ampliación de Doñana que se ha cerrado unos días de la finalización del año. «Tenemos que proteger Doñana», subrayó.

En medio de una escenario político de enorme crispación en un año marcado por las elecciones municipales y generales y a las puertas de nuevos procesos electorales para Galicia, País Vasco o el Parlamento europeo, Juanma Moreno ha puesto el acento sobre el acuerdo de Doñana, ha destacado el trabajo conjunto con agricultores, las municipios del entorno, los vecinos, entidades y el Ministerio de Medio Ambiente y ha hecho un llamamiento al Gobierno de España: «Estoy dispuesto a que este acuerdo por Doñana sea el primero. Tiendo la mano al Gobierno para encarar nuevos retos conjuntos. Y propongo hoy otro. Una vez despejado Doñana ahora llega otro reto como es la demolición del Algarrobico que se encuentra en una bella zona costera del Parque Natural del Cabo de Gata. Es un símbolo del urbanismo salvaje en la costa. Ya va siendo hora de tumbar esa mole de hormigón». Se trata, en cualquier caso, de otro tema delicado donde incluso los principales partidos mantienen discursos distintos en el ámbito local y en el autonómico.

No obstante, también ha habido espacio para la critica al Gobierno de España dentro de esa doble discurso que mantiene el Gobierno autonómico desde el pasado verano. Por un lado, la mano tendida al diálogo y por otro la crítica a los acuerdos de investidura y la denuncia del agravio territorial. «Hay riesgo de que se rompa la igualdad entre españoles. de dividir a la gente. La polarización o los muros debilitan a la sociedad. Somos más fuertes cuando estamos unidos. Por eso no podemos permitir un trato privilegiado a unos territorios frente a otros. Voy a defender a Andalucía donde y ante quien haga falta. La voz de Andalucía sonará fuerte donde tenga que sonar para impedir una España de privilegios», apuntó el presidente. En cualquier caso, en el tono y en las formas, la crítica al Gobierno de España dista mucho de la empleada en otros ámbitos de la política nacional. Sin buscar la confrontación en torno a la amnistía o el reciente acuerdo con Bildu en Pamplona.

Pero más allá de acuerdos de investidura o de conflictos territoriales, el principal desafío que tiene por delante Andalucía en el año 2024 es la sequía. El presidente Juanma Moreno en su discurso lanzó un mensaje claro en este sentido. Una advertencia a toda la población: «La sequía va mucho más rápido que las obras que realicemos o que las medidas que podamos adoptar. Si no llueve en primavera no habrá más remedio que aplicar restricciones». De hecho, ya se ha aprobado el nuevo decreto de sequía y encima de la mesa hay medidas extraordinarias como el transporte de agua en barcos a determinados puntos de la costa.

Siguiendo la línea marcada en su reciente discurso en el debate sobre el estado de la comunidad autónoma, Juanma Moreno afrontó el «problema» de la sanidad pública andaluza, el ámbito de gestión en el que el Gobierno andaluz está sufriendo un mayor desgaste que llevó incluso a dos dimisiones de la cúpula de la Consejería en el cierre del año. «La sanidad pública tiene más recursos que nunca, muchos de los mejores profesionales de España trabajan en la sanidad pública. Pero no es suficiente. Hay problemas. Muchas de las personas que nos ven están esperando que les vea un especialista», resumió el presidente quien volvió a reforzar su compromiso con incrementar las medidas para reducir listas de espera y los problemas en la atención primaria.

Como viene siendo habitual, Juanma Moreno incidió en un mensaje contundente contra la violencia machista, que le distancia de Vox, un partido que en Andalucía tras las últimas elecciones está situado en una posición de cierra irrelevancia en el Parlamento, y recuperó algunas de las medidas lanzadas en la recta final de este año para conectar con las familias andaluzas de distintos perfiles. «Hemos liderado el debate sobre la prohibición del uso de teléfonos móviles en institutos y centros educativos, que luego han seguido otras comunidades autónomas».

Moreno eludió indicadores negativos que arrastra Andalucía y que sitúan a la comunidad lejos de una posición de convergencia con otros territorios, pero sí mencionó otros positivos como la reducción de la tasa de abandono escolar, la segunda posición en cuanto a baja presión fiscal sólo por detrás de Madrid, el récord de datos turísticos o la celebración de grandes eventos internacionales como los Grammy: «Quiero que se asombren en España y en el mundo por las cosas que se hacen en Andalucía. Somos un polo de atracción del talento, la cultura o la tecnología, que genera admiración dentro y fuera de España».

Antes de una imagen de celebración con los trabajadores del Parque de Doñana, Moreno recordó aunque sin detenerse en ello, los dos conflictos bélicos de Ucrania y Palestina, para a continuación ofrecer un brindis por dos de los grandes retos que trae el año 2024: «Que nos traiga la paz al mundo y agua a Andalucía».



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