Lo mejor que podría decirse de la primera vuelta del Real Betis Baloncesto en su regreso a la LEB Oro , saldada con un balance de seis triunfos y once derrotas en 17 jornadas, es que la ha terminado vivo, entero, con el corazón palpitando y los ojos bien abiertos, tras la demostración de carácter, personalidad y baloncesto en el triunfo facturado en el Coliseum ante el San Pablo Burgos . No es que esa victoria varíe en exceso la nota de esta primera mitad de la temporada, pero qué diferente habría sido desde el punto de vista anímico para el equipo alcanzar el ecuador con otra derrota más en la mochila aunque hubiera sido en la morada de uno de los candidatos al ascenso directo. Ganó el Betis en Burgos, lo hizo además con autoridad, y se demostró a sí mismo que dispone de argumentos competitivos y arsenal para batirse el cobre e incluso superar a los equipos más potentes de la categoría. Y a domicilio. Dicho esto, tampoco es cuestión de echar las campanas al vuelo. Sería un error. Un craso error, de hecho. Ese triunfo fue solo el sexto de la temporada y echándole un ojo a la clasificación se comprueba que la zona de descenso sigue más cerca (a un partido) que el play off de ascenso (a dos) . La experiencia invita a ser prudentes y mantenerse expectantes después de una primera vuelta tan agitada y convulsa, por tantos cambios en la plantilla, y en la que ha llegado a pasarse mucho miedo por la delicada situación deportiva del equipo. Hay que recordar que el Betis Baloncesto ha sido hasta farolillo rojo, último de la tabla en alguna que otra jornada. Duodécimo ahora mismo con media docena de victorias, ya más desahogado, el equipo de Savignani ha enfilado la dirección correcta en las dos últimas jornadas con un par de triunfos de peso ante rivales del play off , el HLA Alicante y el San Pablo Burgos respectivamente y por orden cronológico, en los que ha sobresalido el potencial ofensivo que distingue a la plantilla. Posiblemente sea su más destacada cualidad. Dispone de un ramillete interesante de jugadores con puntos en las manos, especialmente en el perímetro. Y así lo ha certificado en esos dos encuentros, sumando entre ambos 27 triples y 191 puntos : 97 al Lucentum y 94 al cuadro burgalés. El poder del triple Desde el punto de vista numérico, y a excepción del apartado reboteador, en el que flaquea claramente, los verdiblancos presentan buenos registros en varios escalafones estadísticos . Son quintos en porcentaje de triple (37%), sextos en tiro de campo (45,7%), séptimos en tiros de dos (52,8%) y puntos anotados (80,1 de media); y octavos en puntos encajados (78,7). Al contrario de lo que pudiera parecer, el Betis no ha sido un equipo especialmente vulnerable en defensa salvo en partidos puntuales. Y esto tiene su mérito habida cuenta la cantidad de cambios que ha sufrido en la plantilla con las consiguientes dificultades que, especialmente Javi Carrasco primero, pero también Bruno Savignani después, se han encontrado para forjar un equipo repartiendo minutos, adjudicando roles y definiendo jerarquías. Lo del Betis ha sido un rompecabezas y que no se haya roto defensivamente, pese a las fatigas que ha pasado y sigue pasando en el rebote, merece destacarse dentro del discreto nivel que lo ha caracterizado en términos generales en los tres primeros meses de la competición. Peores son sus registros en asistencias (14,7/12º), valoración (78,9/12º) y rebotes (28,9/16º) . Sólo hay dos equipos de la categoría que capturen menos rechaces por partido que el Betis Baloncesto, siendo ésta la principal vía de agua que reparar en la segunda vuelta. Dominar esta faceta del juego es básica en encuentros competidos, que lo son casi todos en la LEB Oro, o bien en los días de menos lucidez ofensiva. Para eso han venido jugadores como Wembi y DeBisschop , dos de los últimos fichajes que ha acometido la dirección deportiva verdiblanca en esta primera vuelta tan ajetreada, de permanente estrés en el capítulo de entradas y salidas. Se le ha dado la vuelta a la plantilla como un calcetín. Un sinfín de cambios No debe haber muchos equipos en la élite del baloncesto español que hayan vivido en una planificación permanente en plena temporada, con la inestabilidad que ello comporta y se transmite al vestuario. Desde el inicio de la LEB Oro, el Betis Baloncesto ha realizado ocho fichajes y cortado a seis jugadores, además de rescindirle el contrato a Javi Carrasco. Llegaron Barnes, Polanco, Hanzlik, Berzins, Frazier, Wembi, Faggiano y DeBisschop . Y se marcharon Krutwig, Ismael Romero, Rakocevic, Pacheco, Rogic y Barnes. De los primeros fichajes, acometidos aún bajo con la propiedad del club de baloncesto en manos del Real Betis Balompié, continúan Dedovic, Domènech y Pablo Marín , quien se ha visto beneficiado de las salidas de Rogic y Barnes para volver a tener minutos en el equipo siendo una alternativa en el puesto de base para Faggiano y, en menor medida, Frazier. En total, en esta primera vuelta han defendido la camiseta verdiblanca 21 jugadores, entre ellos los canteranos Rafa Romero y Fevry , de quienes tuvo que echar mano Javi Carrasco en su estancia en el banquillo ante las dificultades para completar las convocatorias. Después de la victoria en Burgos, y a dos días de la visita a Madrid para medirse al Movistar Estudiantes , se puede afirmar que el equipo está en buena dinámica, en su mejor momento de la temporada, tras haberse apuntado el triunfo en cinco de las últimas ocho jornadas. Venció en San Pablo al Hestia Menorca, al Grupo Alega Cantabria y al HLA Alicante, mientras que a domicilio lo hizo en las pistas del Amics Castelló y el San Pablo Burgos . En este segmento de partidos, desde la jornada décima, cayó en casa contra el Alimerka Oviedo y fuera en la doble salida a Cáceres y Fuenlabrada . Especialmente gris, tirando a negra, resultó la actuación completada en el Fernando Martín. Ahí se temió lo peor, pero afortunadamente supo corregirse en el siguiente pleito en casa, ante el Lucentum, y contra el San Pablo Burgos sumó otra vez dos triunfos de manera consecutiva. Con toda la segunda vuelta por delante y ya prácticamente sin margen de maniobra en el capítulo de fichajes (uno resta por hacerse), queda por saber hacia dónde va este equipo. Si será capaz de mantenerse en la línea encauzada en las últimas victorias, para instalarse en la zona media con licencia para mirar hacia las posiciones altas de la tabla (noveno puesto), o tendrá que conformarse con el objetivo mínimo, la permanencia , que por todo lo vivido y sufrido en esta primera vuelta se ha llegado a ver como el único horizonte posible de este Betis Baloncesto cuya plantilla no ha terminado de definirse hasta hace un par de semanas.
Source link