«El «underground» siempre permanece, incluso cuando se convierte en mainstream», asegura Álvaro Díaz del Real (1983). El escritor de Mairena del Aljarafe acaba de lanzar Andergraun, una novela en torno a los años 2000 que se centra en la parte más rebelde y oculta de la capital andaluza. A través de experiencias personales y «leyendas épicas» de la época, relata que «sucedió algo extraordinario que marcó a una generación», demostrando que eran capaces de hacer cosas maravillosas aunque el entorno social «las censure».

Se sienta con Sevilla Actualidad para trasladar a los lectores 20 años atrás y contar que fue aquello que cautivó a una parte los jóvenes hispalenses y la presencia del «underground» a día de hoy.

-¿Qué te motivó a escribir esta novela?
-Fundamentalmente, el haber sido testigo directo de una época única que viví en los albores de los 2000 en Sevilla y en Andalucía: la eclosión del fenómeno «underground», el auge de las raves y la música asociada a esos escenarios y subculturas.

-¿Qué significa para ti la cultura «underground»? ¿Qué engloba el «underground»?
-Para mí, significa todo aquello que queda opacado bajo la superficie, todo lo heterodoxo, aquello que no podemos ver a simple vista porque se mantiene oculto. Es un conjunto de tendencias que, de manera subrepticia, va cambiando la sociedad de soslayo, hasta que muchas de ellas terminan por convertirse en mainstream.

-¿Cuánto de ficción y cuánto de realidad hay en el libro?
Fifty-fifty, cincuenta por ciento. Evidentemente, quería contar una época determinada a través de experiencias que viví en primera persona, historias que me contaron y leyendas épicas del «underground» sevillano. Pero también he añadido ficción e intensidad narrativa para dar al texto el ritmo que deseaba. A mí me gustan los libros frenéticos y que desafíen al lector, para que también resulten un aprendizaje.

«Andergraun» de Álvaro Díaz del Real / Cedida

-Mientras escribías el libro, ¿pensabas en cómo podían ser los lectores? ¿A qué público va dirigido el libro?
-Al principio pensé que sería algo de nicho, para quienes vivieron esa época o disfrutan de la música electrónica en sus variantes más duras, como el breakbeat. Pero a medida que el libro fue tomando forma, me di cuenta de que podría interesar a muchos más. Es un libro muy generacional, que refleja los 80 y 90, y creo que es bastante transversal: puede resonar tanto con quienes vivieron esa época como con aquellos con un gusto especial por el ambiente «underground» o simplemente con quienes disfrutan de una lectura que los transporte a esa época.

-¿Has descubierto cosas que desconocías de Sevilla escribiendo el libro?
-Sí, en particular, hay un pasaje en el que uno de los personajes, al cruzar la autovía de Coria por el puente Reina Sofía, explica que el auténtico río es el que están pasando, mientras que lo que tiene Sevilla es una dársena creada para evitar riadas e inundaciones. Yo también pensaba que era un canal, así que he aprendido cosas de Sevilla durante el proceso.

-La novela aborda la identidad andaluza y su evolución. ¿Cómo ves esa dualidad entre tradición y modernidad a día de hoy?
-En el ámbito musical y artístico, parece que existe una convivencia armoniosa entre tradición y modernidad, pero en otros sectores veo una confrontación muy marcada. Los modernos buscan destacar por su vanguardia y, a la vez, quienes están más arraigados a la tradición la defienden con fuerza, lo que a veces nos separa. Creo que ambas deben convivir como partes de un mismo ser y debemos aprender a abrazarlas.

-¿Crees que la cultura «underground» está presente en la actualidad? ¿De la misma forma?
-Creo que la cultura «underground» siempre permanece; siempre hay tendencias que subsisten bajo el radar. Hoy, algunas de ellas han surgido y se han hecho visibles, como el trap, que detesto, pero que muestra cómo lo «underground» puede convertirse en mainstream. Siempre hay algo en la sombra que hace mover la ortodoxia y las corrientes populares hasta que finalmente se integran en ellas.

«Algunas de ellas han surgido y se han hecho visibles, como el trap, que detesto, pero que muestra cómo lo «underground» puede convertirse en mainstream

Álvaro Díaz del Real

-¿Crees que Sevilla tiene menos de «underground» que otras ciudades andaluzas como Granada? ¿A qué crees que se debe?
-Es cierto que Granada tiene un movimiento «underground» muy vivo, probablemente porque es la universidad andaluza con más estudiantes de todas partes del país. Eso lleva a que nuevas influencias lleguen y se asienten. Además, Granada ha estado en los circuitos internacionales de conciertos masivos, algo que en Sevilla comenzó mucho después. Todo esto ha creado un caldo de cultivo que favoreció un movimiento «underground» más rico en Granada.

-¿Qué artistas sevillanos o andaluces actuales tienen sus raíces en el «underground» o siguen expandiendo ese movimiento a día de hoy?
-Diría que Narco viene del «underground», moviéndose entre el breakbeat y el drum and bass. Califato 3/4, por supuesto. Y, desde el punto de vista del rock, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, con su rock psicodélico, también tienen mucho de «underground»; ellos han conseguido que su estilo llegue a todo tipo de público.

-¿Cuál ha sido tu experiencia personal con el «underground» sevillano?
-Mis amigos y yo, cuando teníamos 20 años, decidimos ocupar espacios en desuso. Nos atraía la idea de recuperar lugares degradados tras la Expo del 92. Organizábamos eventos de fin de semana, montábamos nuestro equipo de música y decorábamos el lugar con grafitis y útiles, haciendo flyers para invitar a la gente. La organización era intensa, desde la gestión de los recursos hasta asegurar que el espacio fuera seguro. Creo que fui protagonista de esa escena, y por eso decidí contarla.

Álvaro Díaz del Real / Coral Gata

-¿Crees que ese tipo de música está mejor vista en la sociedad a día de hoy?
-Sí, creo que ahora es mucho mejor aceptada, y muestra de ello es que artistas de tendencia mundial, como Rosalía, incluyen en su repertorio sonidos asociados al «underground», como graves profundos y bajos. Poco a poco, el «underground» ha conquistado espacios en lo comercial, y eso hace que ya no se le tema tanto.

-¿Qué impacto crees que tiene la cultura «underground» y el arte en las nuevas generaciones?
-Ser joven implica siempre tener un rebelde dentro y desafiar las estructuras de la sociedad. Cualquier cosa que ponga en jaque las normas sociales puede actuar como motor de cambio, que es lo que deben hacer los jóvenes: buscar un futuro mejor y transformar la sociedad.

-¿Crees que la mayoría de jóvenes andaluces siguen estancados en los valores tradicionales?
-No lo llamaría estancamiento; creo que hemos evolucionado mucho. Los jóvenes andaluces no están anclados al pasado, pero sí que hay una superestructura que los empuja a abrazar la tradición porque, lamentablemente, la cultura en Andalucía es monocorde y no siempre les da otra opción.

-¿Qué mensaje esperas que los lectores se lleven sobre la situación de los jóvenes en Andalucía y sus posibilidades de cambio?
-Que el cambio es posible si estamos unidos, con las ideas claras y rodeándonos de la gente adecuada.

«El cambio es posible si estamos unidos, con las ideas claras y rodeándonos de la gente adecuada»

Álvaro díaz del real

-¿Qué quieres conseguir con esta novela y cuál es el mensaje con el que te gustaría que se quedaran los lectores?
-El principal mensaje de la novela es que aquí sucedió algo extraordinario en los 2000 que marcó a una generación, demostrando que somos capaces de hacer cosas maravillosas aunque el entorno social las censure. Es un canto a la amistad y a quienes se sienten diferentes en un lugar donde la tradición a veces ahoga. Siempre hay brotes verdes y personas que piensan como tú; se puede subsistir en el páramo de la normalidad.

-¿Cuál será tu próximo trabajo? ¿Tienes pensado en hacer algún otro libro ambientado en Sevilla?
-No, creo que ya he abusado bastante de esta ciudad. Tanto en las letras de mis canciones como en Andergraun, Sevilla ha sido protagonista. Mi reto ahora es posicionar mis próximos personajes en otro espacio geográfico.



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