La felicidad va por barrios en Sevilla y, normalmente, cuando en uno de ellos se está pletórico es que en el otro la cosa no está precisamente boyante. La teoría de los vasos comunicantes suele fallar poco. —Ojú, cómo está la cosa, Manolo. Menos mal que por ahí abajo no ganan ni de casualidad. Vaya rachita. —Te veo con más miedo que Pablo Iglesias en un concierto de Soto, compadre. Que es pronto, hombre. Tienes mucho canguelo. —Más todavía. Es que ya hasta expulsan por protestar a Jesusito Navas, que la última vez que se enfadó fue cuando lo pusieron a leer el papel más largo en la iglesia cuando hizo la primera comunión. Está el personal muy nervioso. —Y… Ver Más



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