HUBO un tiempo en que los políticos querían ser escritores. Es más, la mayoría de ellos entraban en política para hacerse un nombre en el parnaso literario; solo hay que repasar el siglo XIX y principios del XX para comprobar que muchos de los nombres destacados de nuestra literatura compartieron encendidos debates en el congreso de los diputados, algo que en –en menor medida- también se ha venido dando en la literatura más contemporánea. No es raro, por tanto, que un presidente del Gobierno se rinda al olor de la tinta y que hasta publique un libro, o más. Ahí están Adolfo Suárez, Felipe González, José María Aznar o Mariano Rajoy que, tras su paso por la Moncloa dejaron testimonio… Ver Más



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